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Cultiva la calidad y cantidad del sueño… tu sistema inmune te lo agradecerá

23 agosto 2021

El sueño es un proceso importante para nuestro organismo, en particular para su cerebro; el sueño normal se requiere para que el sistema nervioso controle las respuestas ante estímulos externos y a su vez el cerebro regula el sueño para el bienestar del organismo.

Algunas funciones del sueño según estudios son consolidación de nuestra memoria, conservación de la energía, restauración cerebral y regulación de la función inmune de nuestro organismo. El sueño emerge como un importante regulador del sistema inmune.

El papel que el sueño desempeña en el mantenimiento y función del sistema inmune no se ha dilucidado completamente. Algunos estudios han demostrado que la privación de sueño puede tener efectos importantes sobre la función inmune. Lo anterior concuerda con evidencias acumuladas en los últimos años, las cuales muestran que el sueño aumenta nuestra defensa inmune por varios mecanismos, entre otros, el incremento de la memoria inmunológica y las funciones proinflamatoria y activadora que se desarrollan durante este periodo.

Por ejemplo, está demostrado que una noche de privación de sueño después de recibir una vacuna de Hepatitis A disminuye la producción de anticuerpos, mientras que la respuesta inmune adaptativa es mejor si el individuo duerme después de la vacunación, ya que el medio proinflamatorio durante el sueño funciona como adyuvante.

La activación inmune, la síntesis de proteínas y la proliferación celular, así como el aporte de energía y los cambios endocrinos que ocurren durante el sueño ayudan a mantener en buen estado al sistema inmune.

Por otro lado, mucho se ha hablado sobre, que el sueño sirve para reasignar recursos energéticos de funciones relacionadas con la vigilia y los procesos que facilitan y promueven la respuesta inmune a los desafíos infecciosos.

La reducción de sueño entre cuatro o cinco horas por noche tiene efectos adversos, entre los que se incluyen daño al estado neurocognitivo, al estado de ánimo y al metabolismo. Sugieren estudios, que el sueño reducido incrementa el riesgo de presentar aterosclerosis y enfermedades del corazón, resistencia a la insulina, obesidad y enfermedades cardiometabólicas, así como accidentes en el trabajo.

Definitivamente y acorde con lo expuesto anteriormente se puede decir que el sueño resulta esencial para el buen funcionamiento del sistema inmune de nuestro organismo.