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Insomnio infantil mejora con higiene del sueño

11 octubre 2019

Las razones por las que no logran dormir de forma saludable  tienen mucho que ver con la higiene del sueño

El insomnio infantil es un trastorno del sueño que preocupa a muchos padres y afecta de manera significativa la salud física, mental y emocional de los niños que la padecen.

En los niños se manifiesta como un malestar clínicamente significativo que produce deterioro en su área social, familiar y académica.

¿Por qué no logran dormir?. Las causas son multifactoriales, así que no necesariamente resultan comunes para cada infante, sin embargo, la higiene del sueño es determinante.

 

Motivos del insomnio

Para la neuróloga infantil María José Krakowiak algunos episodios de insomnio surgen en cierto momento de la vida cuando los pequeños pueden tener “miedo” a la soledad y tratan de dormir con sus padres.

Por otro lado, son especialmente sensibles a los cambios de rutina, pudiendo tener dificultades para dormir antes de un viaje, un cambio o incluso el domingo por la noche, en espera del lunes.

Asegura que, al igual que un adulto, los niños pueden relacionar el momento de irse a dormir con el miedo, la angustia y  el estrés.

El no poder dormir o experimentar un sueño de mala calidad es muy frecuente en infantes  entre los 6 meses y hasta los 8 años de vida, la anomalía está cuando estos síntomas se hacen recurrentes y crónicos.

 

Problemas para conciliar el sueño

La especialista considera que existe una insatisfacción con la cantidad o calidad del sueño cuando se observan las siguientes manifestaciones:

  • Resistencia a acostarse
  • Despertares frecuentes
  • Dificultad para dormirse de forma independiente
  • Alteraciones nocturnas y diurnas de las cuales se distingue lo siguiente: en el caso de las nocturnas los niños con insomnio tiene latencia de sueño de más de 20-30 minutos, vigilia intrasueño de más de 60 minutos y despertares nocturnos.

 

Desarrollo afectado

Cuando un niño sufre de insomnio -especialmente por alteraciones diurnas- presenta somnolencia, irritabilidad, disminución de atención y memoria, cambios de humor, pérdida de apetito, problemas conductuales, mal rendimiento escolar.

Todo esto conlleva a alteraciones cardiovasculares, inmunológicas y metabólicas, con la consecuente obesidad y alteración del crecimiento y empeoramiento de la calidad de vida familiar.

La doctora María José Krakowiak señala la importancia de adecuar hábitos y normas para reconducir el sueño en los niños.

Respecto a los bebés que suelen dormir durante el día y pernoctar en la noche, la especialista explica que los ritmos de sueño-vigilia se rigen por condiciones de luz-oscuridad. Su recomendación es asegurar una adecuada exposición a la luz solar durante el día y mantener un ambiente de penumbra/oscuridad en la noche para que su cerebro se sincronice poco a poco con su entorno.

En el caso de los niños en edad escolar y adolescentes el insomnio aparece también porque están expuestos a factores externos como el uso de dispositivos electrónicos.

La luz que proyectan las tablets o móviles inciden directamente sobre nuestra retina, lo que hace que el  cerebro lo interprete como una señal para mantenerlos despiertos. “Si en las horas inmediatas antes de acostarse abusamos de estos dispositivos nuestro cerebro tendrá dificultad para iniciar el sueño” afirma la especialista.

 

Hábitos de higiene del sueño 

Establecer normas para mejorar los hábitos ayuda a a buena higiene del sueño desde que temprana edad hasta la adultez.

La neuróloga sugiere aplicar las siguientes acciones:

  • Mantener horarios estables para ir a dormir.
  • Fomentar el ejercicio físico y la exposición a la luz durante el día.
  • Evitar el uso excesivo de dispositivos retroiluminados en las últimas horas del día.

El diagnóstico adecuado permite descartar patologías agregadas que se puedan confundir con insomnio por malos hábitos.