
Jet Lag: el compañero de viaje que no deseas tener
Mientras más frecuentes y lejanos son los vuelos la persona podrá experimentar este trastorno que causa alteraciones de sueño
El jet lag o síndrome del cambio rápido de zona horaria es una alteración que experimenta nuestro cuerpo cuando realizamos un viaje con un cambio horario importante.
Este trastorno produce dificultad para dormir pues el ritmo circadiano se “desajusta” del horario de sueño del país donde vivimos.
Nuestro cuerpo tiene su propio reloj interno o ritmos circadianos cuya tarea es indicar cuándo debemos estar despiertos y cuándo dormir.
El jet lag no suele ser permanente, de hecho la persona puede readaptarse y dormir según la zona donde esté, sin embargo, la frecuencia con que se cruzan los husos horarios puede convertirse en un problema.
Las alteraciones provocadas por el jet lag pueden agudizarse si la persona tiene antecedentes de trastornos de sueño, advierte la neuróloga y especialista en Trastornos del Sueño, Celia García Malo.
Síntomas
Cada persona que experimenta el síndrome del cambio rápido de zona horaria puede manifestar síntomas diferentes y depende de cuantos husos horarios cruza.
Estos son los síntomas más frecuentes:
- Trastornos como insomnio, despertares intermitentes o somnolencia excesiva.
- Fatiga durante las actividades diarias.
- Disminución del rendimiento cognitivo y la memoria.
- Cambios de ánimo.
- Trastornos gastrointestinales.
- Falta de atención y concentración.
- Cansancio.
- Dificultades en el rendimiento laboral y en la toma de decisiones.
“Los síntomas se puede agravar o bien constituir un cuadro de insomnio temporal que acabe haciéndose crónico si no se respetan los cuidados adecuados”.
Aunque este fenómeno suele ser temporal la recurrencia de los viajes puede significar una lucha constante del viajero que amerita atención de especialistas en trastornos del sueño.
Efecto de la luz solar
La Doctora Celia García Malo asegura que las dificultades del sueño son frecuentes en países donde el cambio de las estaciones afecta de manera importante debido a las variaciones de temperatura y cantidad de horas de exposición a la luz solar.
La luz solar es una influencia clave en nuestro reloj interno. Esta es una de las influencias principales en el ritmo circadiano del cuerpo, la regulación de la exposición a la luz puede ayudar a que nos adaptemos a la nueva ubicación geográfica.
Hay que entender que la luz dificulta la regulación de la melatonina que es la hormona que ayuda a sincronizar las células en todo el organismo.
Podemos viajar y regular nuestro sueño
Si viajar con frecuencia y cruzar a diferentes partes del mundo es inevitables, sí es posible aplicar algunas acciones para evitar los efectos del jet lag.
Esta es la lista de consejos propuesta por la doctora Celia García Malo:
- Tratar de adaptarnos al horario que tendremos en destino unos días antes de viajar.
- Hacer siestas 2 o 3 días antes de viajar.
- Cambiar los horarios de las cenas para ajustarlas a los horarios que se tendrá en el destino.
- Ajustar las horas de irse a dormir, retrasando o adelantando de 30 a 45 minutos la hora de irse a la cama durante varias noches antes de volar.
Así se podrán ir ajustando los ciclos de sueño y vigilia al país al que nos vamos a desplazar.
- Una vez en el avión es conveniente ajustar la hora del reloj a la del país a donde nos dirigimos.
- Si el vuelo llega por la mañana, se puede intentar dormir en el avión pero si llega por la noche, mejor no dormir en el avión, y acostarse cuando se llegue al destino.
- Es frecuente que si el vuelo tiene lugar hacia el este, se experimenten síntomas más intensos de jet lag y se tarde un poco más en recuperarse que en el caso de que el vuelo viaje en dirección al oeste.