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por que nos cuesta tanto dormir desde el 18 de octubre

Diego García-Borreguero, director del Instituto Europeo del Sueño Neurólogo español explica por qué nos cuesta tanto dormir desde el 18 de octubre

29 noviembre 2019

El estrés hace que el hipotálamo libere hipocretinas, unos neurotransmisores que tienen el mismo efecto que la cafeína. 

DAVID AGUAYO 

“Las causas de estrés son múltiples e infinitas”, dice el neurólogo español Diego García -Borreguero, director internacional del Instituto Europeo del Sueño. La angustia es solo una de ellas. El problema, agrega, es que precisamente factores como la angustia aumentan con el país sumido en una crisis social. Por eso es totalmente normal que a muchos compatriotas les haya costado conciliar el sueño a partir del 18 de octubre, cuando comenzó la crisis. Eso -comparte el investigador- tiene una explicación científica. “Una de las formas en que se manifiesta el estrés es el estado de hiperalerta, vale decir, el estado de vigilia aumenta y es casi imposible la desco-nexión necesaria para el sueño. Incluso, cuando buscamos dormir, ese sueño será menos profundo. Con el estrés tardamos más en conciliar el sueño, dormimos menos profunda-mente, tenemos un mayor número de microdespertares, es decir, despertares de segundos, y nos despertamos definitivamente antes”, ilustra.

 

-¿Por qué, doctor? 

-Dentro del cerebro hay dos grandes sistemas en relación al sueño: los sistemas generadores de vigilia y los sistemas que hacen predominar el sueño. Cuando están actuando los sistemas que potencian la vigilia, lo que hacen es inhibir a los que potencian el sueño. Y viceversa. En situaciones de estrés esa inhibición no funciona.

 

-¿Por qué? 

-El estrés acaba produciendo en un área del hipotálamo, que se llama hipotálamo lateral, un incremento de secreción de hipocretinas, unos neurotransmisores que se descubrieron hace unos diez años y que son como cafeína endógena, propia del organismo. El mismo cerebro la produce y lo que hace es mantenernos despiertos.

 

-¿Pero no dicen que el estrés es una cuestión propia de nuestros tiempos? 

-Estrés ha habido siempre. Es cosa de conversar con nuestros abuelos sobre estrés y las situaciones que han padecido. Lo que es nuevo de esta sociedad es que en los últimos cien años, quizás un poco más, hemos sido capaces de manipular el ciclo día – noche progresivamente.

 

-¿Cómo así, doctor? 

– Con la aparición de la luz eléctrica empezamos a tener la capacidad de alargar el día natural tanto como queramos. Además, los días comenzaron a tener grandes variaciones: una noche salgo, pero la otra no, por ejemplo. Décadas después, en los años 60, 70 u 80, aparecieron los televisores en las casas, que prolongaron todavía más la jornada. Y ya en los últimos 15 años, vivimos con computadoras, redes sociales y los móviles (celulares).

 

– ¿Qué pasa con todos esos aparatos? 

-Tienen la capacidad de influir sobre nuestro ciclo de sueño a través de la luz que emiten. Lo que hacemos cuando todavía chateamos a las 1.30 de la madrugada es permitir que la luminosidad de ese aparato impacte sobre nuestra retina y le haga creer al reloj cerebral que son las siete de la tarde. El reloj cerebral utiliza la información del exterior para reprogramar su horario. Entonces dice: hombre, si son las siete de la tarde. voy a retrasar todavía más la hora de inducción del sueño. ya que el día no ha acabado.

 

-¿Cómo funciona el reloj cerebral? 

-Los sistemas de inducción del sueño están supeditados al reloj cerebral, que está en una zona del hipotálamo que se llama núcleo supraquiasmático: son un grupo de neuronas que tienen la capacidad de mandar señales al resto del cerebro de activación o de inhibición. Tiene un ritmo propio, como el regulador de riego de un jardín o el aire acondicionado de una vivienda.

 

-¿Cuál es ese ritmo?

-Ese ritmo se regula por la luz externa a través de la retina, donde tenemos fotorreceptores que informan al reloj cerebral de la situación lumínica en el exterior. Para que el reloj cerebral pueda funcionar bien necesita regularidad. Si no se produce, no dará la señal con suficiente potencia.

 

-¿Cuándo sería un buen momento para desconectarse del celular?

-Es ingenuo pensar que al apagar la luz nos dormiremos en cosa de minutos. la actividad cerebral baja lentamente. Es conveniente dejar dos horas para hacer algo relajante y que nos desconecte de lo que pasa en el día. Leer algo sirve para dormir mejor y eso nos permitirá ser más eficaces para gestionar los problemas reales.