
¿SEGUIMOS HABLANDO DE LAS SIESTAS?
Muchas veces, me encuentro con padres y madres que pretenden retirar las siestas a sus hijos para que duerman más de noche.
Como os comentaba en el artículo anterior, la siesta es al sueño como la merienda a la comida, por lo tanto, no es aconsejable en niños menores de 3 años quitarles este pequeño descanso.
Si nos remitimos al símil con la comida, una merienda es una pequeña aportación de alimento entre una almuerzo y una cena, para llegar a esta sin necesidad de haber pasado hambre. De la misma forma, una siesta debe ser un pequeño descanso que hace llegar a la noche sin la sensación de cansancio extremo que nos lleva a sentirnos mal e incluso a tener mal humor.
Por tanto, una siesta, no debe durar más de dos horas, aunque soy consciente de que mientras nuestros hijos duermen la siesta, nos da tiempo de hacer muchísimas cosas, pero es un arma de doble filo, ya que, la hora de ir a la cama de noche, se puede convertir en un problema y además se puede alargar hasta altas horas de las noches.
Tampoco se debe permitir que el niño se quede dormido en la siesta excesivamente tarde, ya que el resultado será que no será capaz de irse a la cama a una hora prudencial, se quedará dormido muy tarde y por la mañana no será capaz de despertarse, por lo que no podemos pretender que encima, esté contento.
No hace mucho, en la puerta del colegio de mis hijos, estaba una madre con su niño de la etapa de infantil y miraban juntos unos “cupones” que el menor debía colorear y entregar en el cole cuando consiguiera hacer al menos diez veces lo que pedía en el cupón. En este caso, “levantarse contento”. La madre, le hacía ver a su hijo la conveniencia de conseguirlo aunque dudaba que lo fuesen a conseguir… mi pensamiento fue, “si no se acuesta a una hora adecuada, difícilmente se levantará contento, es más, si la propia madre se levanta cansada y con ganas de
dormir más, dudo muchísimo que se levante contenta, por lo que, qué podemos pedirle a nuestros pequeños, a los que les falta autocontrol, si ni nosotros mismos, adultos consumados, hay veces que no nos puede pasar una mosca por delante en nuestros primeros momentos de estar despiertos”
Con todo esto quiero decir, que cada cosa tiene su momento y sus tiempos, y todo es necesario, por lo que debemos gestionar, en la medida de las posibilidades de cada casa, esta gran prioridad que debe ser el descanso de los menores… y no tan menores.
Sonia Esquinas para el IIS